
HISTORIA DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Mesopotamia
La primera escritura: la religión dominaba la vida en la ciudad- estado de Mesopotamia, al igual que el monumental zigurat, un conglomerado de templos escalonados que dominaban la ciudad. Estos inmensos, multihistóricos y enladrillados templos se construyeron como una serie de niveles suspendidos que se volvían más pequeños conforme se acercaban a la punta del altar. Dentro sacerdotes y escribas, ejercían gran poder porque controlaban las existencias de los Dioses y los reyes y dirigían las necesidades mágicas y religiosas de la gente. Es posible que la escritura haya evolucionado por la apremiante necesidad que esta economía del templo tenía de conservar los registros. Los sacerdotes debieron buscar a conciencia un sistema para el registro de información.
Los primeros registros de escritura son las tablillas de la ciudad de Uruk. En éstas, aparentemente, se enlistaron en columnas ordenadas mediante dibujos pictográficos, mercancías acompañadas por números y nombres de personas. La abundancia de arcilla en sumeria hizo de éste el material lógico para la anotación de registros, y por medio de una caña estilizada terminada en punta fueron dibujadas las finas líneas curvas de los primeros pictograma.
La tablilla de barro se sostenía en la mano izquierda y los pictogramas se marcaban en la superficie con el punzón afilado de madera. A partir de la esquina superior derecha de la tablilla, se comenzaba a escribir las líneas cuidadosamente en columnas verticales.
La tablilla inscrita se secaba al calor del Sol o se horneaba hasta que se endurecía como una roca.
Este sistema de escritura evolucionó con el transcurso de los siglos. En algún momento se organizó lo escrito en una cuadrícula de divisiones espaciales horizontales y verticales, pero de esta manera, en ocasiones los escribas manchaban la escritura al mover su mano a través de la tablilla. Alrededor de 2800 a. C. los escribas cambiaron la posición de los pictogramas y comenzaron a escribir en renglones horizontales de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo. Esto facilitó la escritura, y con ello los pictogramas fueron menos literales. Aproximadamente 300 años después la escritura se hizo más rápida al remplazar el punzón afiliado por uno con extremo triangular. Éste se empujaba en la arcilla en lugar de arrastrarlo sobre ella. Los caracteres ahora se componían de una serie de trazos en forma de cuña más que una línea continua dibujada.
Esta innovación cambió radicalmente la naturaleza de la escritura: los pictogramas evolucionaron a una escritura de signos abstractos que ahora se conoce como: cuneiforme (del latín “forma de cuña”).
Al mismo tiempo que evolucionaba la forma gráfica de la escritura de los sumerios aumentaba su capacidad para registrar información. A partir de la primera etapa, cuando los símbolos dibujados representaban objetos animados e inanimados, los signos se convirtieron en ideogramas y empezaron a representar ideas abstractas.
El sistema de escritura cuneiforme fue difícil de dominar, aun después de que los asirios lo simplificaron a sólo 560 signos. Los jóvenes seleccionados para ser escribas comenzaban su educación en la Edubba, la escuela de la escritura “casa de las tablillas” antes de los diez años y trabajaban desde el amanecer hasta el atardecer de cada día, con sólo seis días de descanso por mes. Las oportunidades profesionales en el clero, administración de propiedades, contabilidad, medicina y gobierno estaban reservadas para este pequeño grupo selecto. Las escritura asumió importantes cualidades mágicas y ceremoniales, al punto que los escribas eran temidos, debido a la creencia general de que cuando un escriba divino grababa el nombre de una persona en el mítico Libro del destino, éste moría.
Los primeros artesanos sumerios mezclaron la escritura con imágenes en relieve. El monumento Blau puede ser el más antiguo dispositivo existente en el que se combinaron palabras con dibujos en la misma superficie.
La exposición del conocimiento que hizo posible la escritura fue asombrosa. Se organizaron bibliotecas que contenías miles de tablillas con temas de religión, matemáticas, historia, leyes, medicina y astronomía. Surgió la literatura con poesías, mitos, himnos, relatos épicos y leyendas registradas en esas tablillas. La escritura fomento un profundo sentido en la historia, ya que en las tablillas se registraban con meticulosa exactitud crónicas de los eventos que ocurrían durante el reinado de cada monarca. Miles de contratos comerciales y de registros aún existen.
La escritura permitió que la sociedad se pudiera estabilizar a sí misma mediante el establecimiento de reglas y leyes. Las mediaciones y pesos se estandarizaron y se garantizaron con una inscripción grabada.